14.2.11

Un escapada al norte, en el norte

La tentación eterna del mochilero que está por el Norte Argentino es seguir "más al norte". El que está en Tucumán quiere venir a Salta. El que está en Salta quiere ir a Jujuy. Y el que está en Jujuy quiere ir a Bolivia. Por supuesto que el que está en Bolivia quiere llegar a Machu Picchu y el que está el Machu Picchu, sólo quiere volver a su lugar porque está cansado y ya sin plata. Es una extraña constante entre los mochileros que me crucé en este viaje y que me sigo cruzando frecuentemente las tardes que se me da por subir al Cerro San Bernardo.

Reconozco que empecé con ese mismo espíritu: llegué a Tucumán y rápidamente me fuí a Cafayate y a Salta capital, donde estoy ahora. Pero en ese pasaje por Salta, haciendo honor al día de hoy, me enamoré de la provincia. Entonces las ganas de ir al norte (como mandato inevitable del mochilero) menguaron. Sumado a esto, tuve la suerte de hacer un gran amigo como Ramiro, que me aloja gratis, me hace de guía y acompaña algunas escapadas de fin de semana, poniendo su auto. Todo a cambio de una amistad, generosidad que dificilmente se encuentre en Buenos Aires, donde cada vecino mira su propio c*** y "el de al lado" no suele ser prioridad.

De todas formas, habiendo adoptado Salta capital como base, vuelvo a caer en la tentación de la escapada al norte. Dos son los destinos que se imponen: Jujuy capital (muy cerquita de acá) e Iruya (bastante más al norte y difícil de acceder, en Salta). Es probable que en el transcurso de esta semana vaya para Iruya, depende del clima, según me anunciaron, porque los caminos no son los mejores. Veremos si el tiempo quiere que viaje. Mientras tanto, disfruto esta ciudad y de un viaje con otros ritmos y mejor que cualquier otro que haya hecho.

1 comentario:

  1. Tenemos ganas de ir al norte de mochila! La verdad que los comentarios de tus experiencias, me dan aun mas ganas! Espero poder hacerlo a fin de año! Un abrazo grande!

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