28.3.11
Y si me quedo...
Volví de Tartagal, no alcancé a pasar por Orán y por Mosconi como quería. Volví a Salta capital, y volví de apuro. Y acá está la razón y la gran disyuntiva: me ofrecieron un trabajo. Si, algo tan simple y tan complejo.
Uno que venía en plan de viaje, de año sabático, de descanso, escapando de las responsabilidades, feliz con haberse sacado la Facultad de encima y, en el lugar menos esperado y en el momento menos esperado, me ofrecen un trabajo.
Salió, involuntariamente, (cuando no) a través del amigo Ramiro. Un amigo suyo le comentó que buscaba un diseñador para su empresa y salí sorteado.
Volví de Tartagal y no puedo dejar de pensar en eso: 1° es trabajo y una oportunidad de hacer experiencia laboral, 2° es la chance de vivir un tiempo fuera de Buenos Aires (y encima en una ciudad que me gusta), 3° Si no me gusta o no me lo banco, puedo salir corriendo :D.
Claro que está todo lo otro: 1° aunque todavía no me pasó, extrañar Buenos Aires, 2° estar lejos de la familia y los amigos de siempre, 3° que me guste demasiado y quedarme acá.
Probablemente especulo más allá de lo que importe o deba, al final es simplemente un trabajo que puedo agarrar o no. Pero, ¿quién me saca de esta duda?
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