11.3.11

Salta capital y el regreso


Extraño, muy extraño este regreso a Salta capital. Parece casi como un final de viaje. Curioso, siendo que mi viaje no se terminará hasta que vuelva Buenos Aires, en algunos meses, supongo. Pero después del viaje a la hermosa Iruya, el paso carnavalesco por Jujuy (Humahuaca, Tilcara, Purmamarca), se siente como un regreso el estar de nuevo en Salta. No es para menos, es la ciudad donde más tiempo pasé en estos casi 4 meses de viaje. Volver a la casa de Ramiro, a los mates a la mañana, al barrio Castañares, a mis lecturas en los banquitos de la Plaza 9 de julio, se siente como un regreso.

¿Será señal de que ya es hora de que intente otra "escapada"? Tal vez deba hacer caso a los que me dicen que aproveche para conocer Orán, Tartagal, Mosconi y toda esa parte selvática. O a los que me insisten que no puedo irme de Salta sin pasar por Metán y Guemes. Todas son posibilidades válidas. Por otro lado está aquel potergado proyecto de mi viaje de llegar bien al norte (o lo más al norte posible, tampoco es que me alcance para llegar a Alaska); digamos Perú.

Por ahora estoy cómodo en Salta, me divierto, la paso bien y tengo buenos amigos que, mientras no vaya a ver a Antoniana (y me culpen de mufa), me aprecian. El tiempo dirá, por ahora disfruto el regreso, nobleza obliga, con unas empanaditas en la mano.

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